La micropigmentación de la línea del ojo o eyeliner es una técnica ideal para aquellas personas que quieren darle una mayor profundidad a tu mirada con un efecto maquillaje. También es recomendable si se desea recuperar la densidad y el color en el área de las pestañas, ya que con el tiempo se pierden a causa de tratamientos médicos o por la edad.
Para conseguir unos excelentes resultados, es necesario realizar una serie de cuidados después de un eyeliner.
Qué cuidados hay que realizar después de un eyeliner
Es importante extremar las normas de higiene de la zona afectada hasta que la inflamación, pieles y el picor desaparezcan. Se recomienda:
- Mantener los ojos limpios y secos. No aplicar ningún tipo de jabón, desmaquillante o contorno de ojos durante una semana.
- No realizar ningún deporte mínimo en 5 días.
- No mojar nada la zona en 48 horas y durante una semana evitar el contacto directo con el agua de forma prolongada.
- Dormir boca a arriba el mismo día del tratamiento para evitar una posible inflamación o infección.
- Aplicar la crema cicatrizante recomendada por tu técnico 2 veces al día.
- Evitar tocar la zona para no producir una infección que derive en conjuntivitis.
- Evitar la exposición prolongada al sol. Utilizar gorro o gafas de sol durante al menos 7 días.
- En caso de picor persistente en la zona ocular contactar con tu técnico especialista.
Recomendamos utilizar gafas de nadar para ducharte, de ese modo evitarás tener que preocuparte.
Cuál es el proceso de curación después de un eyeliner
Cuando nos hacemos un eyeliner, debemos tener en cuenta que se trata de un procedimiento ligeramente invasivo para nuestra piel y que, por lo tanto, requiere de un periodo de curación. Hasta la total cicatrización no veremos el resultado final.
Primeros 3 días
Piel ligeramente hinchada en la zona tratada. En la mayoría de los casos la inflamación desaparece a las pocas horas, en otros puede tardar hasta el segundo o tercer día. Si se produce algo de picor, es normal, señal de que el proceso de cicatrización ha empezado.
La piel se reseca y puede producir una ligera descamación (igual que la piel quemada después del sol). Esto sucede porque las capas externas de la piel que se han visto afectadas por el tratamiento están cayendo para dar paso a piel nueva. Para no dañar el resultado del tratamiento es muy importante no retirar las pieles en ningún momento. Tienen que caer por sí solas, así el color se verá muchísimo más oscuro.
Días 5 a 10
El exceso de pigmento desaparece alrededor del quinto día. La propia epidermis lo elimina. Esto hace que el color se vea más apagado y con menor grosor que cuando se aplicó. A veces hasta tendremos la sensación de que el tratamiento ha desaparecido.
Sin embargo, pasadas 4 semanas, momento en el que la piel finaliza el proceso fisiológico natural de cicatrización, notaremos que el color vuelve a surgir y con un resultado de mayor naturalidad.
Días 11 a 14
En este periodo, la hinchazón, los picores y las escamas ya han desaparecido por completo.
Días 15 a 40
El color irá, poco a poco, recuperando su oscuridad hasta llegar a la estabilización completa. Pasado este periodo, lo ideal es acudir de nuevo a la consulta para valorar si es necesario algún retoque.
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